Maldiciones Imperdonables

Las Maldiciones Imperdonables, son aquellas maldiciones que ningún Mago en su Sano Juicio debería pronunciar jamás ante ningún ser vivo.

 Es una Ley del Mundo Mágico, que ningún mago las pronuncie, ni las realice nunca, pues de hecho, llevan el nombre de maldiciones imperdonables.

 Los Magos Tenebrosos, los Mortífagos, las conjuran a menudo. Cualquier Mago que haga en algún momento una maldición Imperdonable, es ya considerado un Mago Tenebroso.

Crucio/ Cruciatus

 La Maldición Cruciatus, causa un dolor insoportable en todo el cuerpo de la víctima. Para que esta Maldición funcione bien, se tiene que obtener placer con la tortura que causa, y desearse plenamente. Para conjurarla, hay que pronunciar la palabra «Crucio», al mismo tiempo que se desea un mal terrible para la persona a la que se la quiere lanzar la  maldición, y funciona mejor, si mientras la persona torturada sufre, se siente placer.

 Los padres de Neville, Alice y Frank Longbottom, fueron torturados hasta la locura por Bellatrix Lestrange con la Maldición Crucio. Voldemort también la utiliza contra Harry en «El Cáliz de Fuego», y en «La Orden del Fénix», el propio Harry trata de utilizarla contra Bellatrix Lestrange, después de matar esta a Sirius Black.

Imperius

 La Maldición Imperio / Imperius, hace que la víctima realice exactamente lo que desee ek autor de la Maldición.

 Bajo el maleficio Imperius, Voldemort se ganó muchos secuaces durante la Primera Guerra, así como consiguió que muchos hablaran para decirle cosas que pudieran beneficiarle. En «El Cáliz de Fuego», Ojoloco Moody explica en su Clase de Defensa contra las Artes Oscuras la Maldición Imperio, utilizandola contra un insecto.

Avada Kedavra

 Es una de las tres maldiciones imperdonables, cuyo efecto es la muerte instantánea. No existe un maleficio escudo para esta maldición. La única forma de detenerlo es la protección que te otorga la muerte de una persona que te ame, y que sea tan grande su amor que se interponga entre la maldición y tú, muriendo por tí. Como el resto de las maldiciones imperdonables, la pena por el uso de esta maldición es cadena perpetua en Azkaban. Se dice que la única persona que la ha resistido es Harry Potter.

 Aunque la mayoria de las frases que componen Hechizos o Maldiciones son compuestas por el fruto de la imaginación de la escritora, el Avada Kedavra, en cambio deriva de una frase en Arameo, antigua lengua de Oriente Medio. Esta frase es Abhadda kedhabhra, y significa «Desaparece como esta palabra», y era utilizada por los magos de la antigüedad para curar enfermedades.

 Esta frase aramea, también es el posible origen de la palabra Mágica Abracadabra. Aunque hoy en día, en nuestros tiempos, solo se utiliza por los Magos en espectáculos, antiguamente era usada por médicos y sanadores. Quinto Sereno, un médico romano que vivió en torno al áño 200 d.C., empleaba la palabra Abracadabra como método curativo para la fiebre. Para que la palabra curativa fuera efectiva, había que escribirla en un trozo de papel once veces, quitándole una letra cada vez:

ABRACADABRA

ABRACADABR

ABRACADAB

ABRACADA

ABRACAD

ABRACA

ABRA

ABR

AB

A

 Después, este papel se ataba al cuello con hilo de lino durante nueve días, y finalmente había que tirarlo de espaldas a un arroyo que fluyera hacia el este, donde desaparecería el mal al borrarse cada palabra. Este método curativo fue muy popular en los siglos posteriores a Quinto Sereno, incluso se utilizó para combatir la epidemia de Peste Negra que asoló Europa durante el siglo XIV.

  Cedric Diggory es uno de los personajes de Harry Potter que muere a consecuencia de un  Avada Kedavra conjurado por Peter Pettigrew, «Colagusano».

 Lily y James Potter  o  Dumbledore, también sucumbieron al maléfico Hechizo Letal.